¡Lleve el nuevo de Michael Jackson!, ¡lleve la bufanda pa` el frío de diciembre!, llévelo, llévelo, es lo que se escucha todos los días en la Avenida Central y esos son nuestros vendedores ambulantes.
Según la Policía Municipal de San José, se realizan entre 10 y 15 decomisos diarios a los vendedores ambulantes, por los delitos de obtrución al libre tránsito peatonal y por molestias a transeúntes, según el artículo 256 del Código Penal en el que se castiga con una multa que varia según el juez penal.
Pero creo que el problema n es que circulan 1500 vendedores ambulantes diarios, si no que esos 1500 vendedores, el ser vendedor es su única salida pues no tiene empleo.
Dentro de estos 1500 vendedores hay muchas madres, cabezas de familia que tienen que darles de comer a sus hijos, y el conseguir otro tipo de trabajo les resulta dificil, ya que no tuvieron oportunidades para una educación superior, pero sin embago afrontan la realidad vendiendo todos los días en la calle.
La Policía Municipal de San José confirma que el 90% de los vendedores ambulantes son extranjeros, sobre todo nicaraüenses y colombianos, que en su mayoría se dedican a la venta de discos de música y peliclas pirata, acción que también está penado por las ley por venta de piratería.
Sin embargo, es interesante ver la respuesta del público, ya que a pesar que la Municipalidad diga que los vendedores estorban el tránsito peatonal, al tico le gusta comprar en la calle, y esto se ha visto muy evidente estas semanas.
Estos días los vendedores empiezan a vender desdeel Mc Donalds de la Avenida Central hasta el Mercado Central, es decir el bulevar de la avenida está completamente lleno de vendedores. pero hay que rescatar que estos vendedores no le roban a nadie, simplemente están viendo de que forma se están ganando la vida, de que forma pueden llevar dinero a sus hogares.
Considero que los vendedores ambulantes son gente con mucho valor, ya que se enfrentan a la policía día a día, corren de un lado para el otro, por miedo de que sus artículos no sean decomisados y menos ser arrestados, y todo con el fin de pulsearla, de ver como salen adelante pese a las dificultades a las que se enfrentan sobre todo para sacar adelante a sus familias.